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  • Belen

La verdad sobre los pensamientos intrusivos (Parte 1)

¿Un enemigo a batir o un aliado en nuestra supervivencia?


¡Bienvenida! En este artículo voy a tratar de desentrañar la naturaleza de los pensamientos intrusivos, la función de la mente y las formas que tenemos de mejorar nuestra relación con ella. Si estás aquí, infiero que te interesa el tema o que tu relación con la mente ha pasado o está pasando por momentos de tensión. Espero de corazón que esto que te voy a contar te sirva para empezar a cultivar una relación más sana con ella.


¿Qué son los pensamientos intrusivos?


Los pensamientos intrusivos son aquellos que vienen a la mente sin voluntad de tenerlos. Son algo natural y no tienen un carácter negativo por sí mismos. Muchos de ellos los podemos sentir como que no tienen nada que ver con nosotras (egodistónicos) y generarnos muchísima ansiedad; sin embargo, como a mí me gusta relacionarme de forma amable con la mente, prefiero darles cierto sentido natural y contextualizarlos, algo que podrás leer más adelante en este articulo.


Tenemos aproximadamente unos 60.000 pensamientos diarios y el 95% son automáticos, vienen sin haberlos traído conscientemente a nuestra mente. Como estos pensamientos no tienen porqué necesariamente ser agradables, entramos en cierto problema cuando son difíciles de digerir, cuando no entendemos el funcionamiento de la mente y cuando creemos la mayor parte de los pensamientos que tenemos, aquí me gusta recordar la tremenda frase “eres lo que piensas”. Pues no, no eres lo que piensas, y menos mal porque no sé tú, pero yo a veces tengo unos pensamientos que si de verdad me creyera pensaría que soy una psicópata de libro jaja.


Los pensamientos intrusivos pueden volverse en tu peor enemigo si nadie te enseñó a comprender a la mente, a ser amable con ella, a dejarla descansar a través del cuerpo o a no intentar ir suprimiendo lo que trae. Debemos contextualizar que vivimos en una cultura judeocristiana en la que el pensamiento puede ser algo grave, recordemos que se puede pecar de pensamiento, obra u omisión. Esto ha tenido una gran influencia en una sociedad que solo quiere pensar cosas bonitas, aunque la mente no funcione de esta forma.



Quiero dejar de pensar…


Sería perfecto poder dejar de pensar en algunos momentos, desconectarnos de algún tipo de fuente de alimentación y descansar un buen rato de la mente. Lo malo, que es imposible. Resulta que la mente es una especie de radio que está constantemente encendida y no se puede apagar. Esa radio, tiene emisoras muy agradables con bonitos y útiles programas y otras con programas desastrosos, poco útiles, incluso despiadados programas.


Como apagar la radio es imposible, quizás necesitemos educarnos en ella, saber muy bien su funcionamiento, entenderla, incluso respetarla (uy, esto es de lo más complicado a veces).


Igual que yo no puedo apagar mi mente, no puedo ayudarte a hacerlo pero sí puedo ayudarte a entender su funcionamiento y reeducar la forma que tienes de relacionarte con ella. Nos han educado en el “no pienses en eso”, “siquiera pensarlo es horrible”, “qué pesada pensando todo el tiempo en lo mismo”, y realmente, pocas estrategias nos dieron para manejar eso que nos pasa a todas las personas: pensar. De hecho ahora está de moda el término "sobrepensar", pero, ¿realmente "sobrepensamos" o eso solo contribuye a seguir juzgando la manera de funcionar de nuestra mente y así perpetuando una mala relación con ella?. 


La pregunta del millón...¿La mente es perversa por naturaleza?


Muchas personas responderían que sí (ya os digo que yo en muchas ocasiones lo he pensado) o, al menos, que la mayor parte del tiempo sí, sin embargo, posiblemente estemos hablando de mentes que van sin ton ni son, que no tienen a alguien que las oriente ni tome las riendas. Y con tomar las riendas no me refiero a "controlar" lo que piensas, sino a poder averiguar la función que tienen en ti esos bucles mentales (a menudo pueden parecernos inútiles, ¿verdad?), poder entender en qué momentos aparecen, aumentan o disminuyen esos pensamientos que tanto te incomodan, si el hecho de que fluctúen coincide con momentos vitales de estrés...

Y estoy segura de que el hecho de sentir que tus pensamientos te dominan y te "fastidian" no es algo voluntario, nadie quiere fastidiarse a sí misma, pero a menudo (por no decir siempre) no nos dan herramientas y no es una tarea fácil para nada. A menudo (y esto puede parecerte increíble) esa manera de funcionar de nuestra mente consistente en ir "sin ton ni son" nos ha podido ayudar a sobrevivir, por tanto, ella va a seguir haciéndolo de la misma manera. Nuestra mente, si no hay capitán del barco, toma el mando en un intento de salvarnos del mundo.


Recuerdo que cuando tenía unos veinte años todo lo que decía mi mente era muy real, si decía que algo estaba bien, lo estaba, si decía que algo era terrible, lo era, si mi mente lanzaba un pensamiento horripilante, yo me convertía en la peor de las personas por solo pensarlo. Así funcionaba yo con respecto a ella. Y sufría muchísimo, mi mente te aseguro que me atormentaba, y por la noche, la cosa empeoraba. En aquellos tiempos, aunque estudiaba psicología, realmente no sabía en profundidad el funcionamiento natural de la mente y usaba técnicas que hoy sé que son contraproducentes cuando hay mala relación de base.


No tenía ni idea del vaivén natural del pensamiento, tampoco conocía que los pensamientos por escandalosos que sean tienen un contexto en el que se dan, podemos pensar cosas que nos dan mucho miedo, también podemos tener pensamientos muy violentos, incluso pensamientos muy locos, el problema está cuando me asusto y me creo que si estoy pensando eso es porque hay algo malo en mi o que por pensarlo voy en contra de mis propios valores. Nada más lejos de la realidad, no somos lo que pensamos.


¿Cómo vas? ¿Qué sientes al haber leído toda esta información? Espero que puedas tener un buen rato para asentarla. De igual forma, te propongo algo, qué tal si dejamos pasar una semana y seguimos profundizando un poquito más en la mente, y sobre todo, te dejo estrategias dentro de la psicología que te puedan ayudar a abordar de forma diferente los pensamientos intrusivos.

Te espero en el próximo artículo.


Con mucho cariño,


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