top of page
Buscar
  • Anna

GUIA ESENCIAL ANTES DE TU PRIMERA TERAPIA: Desenredando los frenos más comunes

La salud mental está en boca de todas. Es una realidad de la que desde hace un tiempo todo el mundo está hablando: la importancia de cuidarnos más allá del físico (¡Por fin!).


Sin duda, esto es una buena noticia, aunque aún quede muchísimo por hacer para que la salud mental sea accesible a todas las personas sin importar su nivel económico.


Hoy no vengo a hablar de todo lo que queda por hacer (quizás para ello sería más apropiado un libro que una entrada en un blog…), hoy vengo a abrirte las puertas de lo que se hace en terapia.


Sin embargo, aunque la terapia es algo de lo que últimamente se habla mucho, la realidad es que muy poca gente sabe en qué consiste realmente de puertas para dentro; y eso es de las peores cosas que pueden ocurrir, pues cuando no sabemos algo es nuestra imaginación quién cubre el resto.


Mi propósito en este artículo es poder orientarte un poco para que puedas conocer de primera mano (pretendo hablarte como terapeuta y como persona que acude a terapia) qué es la terapia (y qué no es), este lugar tan comentado y tan poco conocido (si tu duda es acerca de si necesitas terapia te dejo otro artículo aquí)..




Para empezar, quiero hacer una lista de los 12 frenos más comunes antes de empezar terapia y a partir de ellos te contaré un poco más (sí! todas nos hemos imaginado ese espacio y a todas se nos ha aparecido alguna imagen tenebrosa acerca de ese lugar). (¡Aprovecho aquí para dar las gracias a todas las personas que han aportado su visión y me han ayudado a que esta lista amplíe mi perspectiva como paciente!):

1. El dinero: “¿Cuánto me va a costar?”

Desgraciadamente, hoy en día aún no tenemos un sistema público de salud que garantice la accesibilidad de la salud mental a todos los estratos sociales; esto es un hecho. En el ámbito privado, el precio de una sesión de terapia puede oscilar entre los 50 y los 70 euros. Más de eso me parece excesivo, menos de eso (a no ser que tu terapeuta tenga algunas sesiones más baratas según condición económica), me parece sospechoso (teniendo en cuenta los gastos que supone al mes la supervisión de casos, el proceso de terapia personal y la formación. Eso significaría que alguno de estos tres factores puede que no se esté cumpliendo).

2. El tiempo: “¿Cuánto va a durar la terapia?”

3. Miedo al juicio: “¿Voy a tener que contarle toda mi vida a un desconocido?¿Y si me juzga?”

4. Pensamientos del tipo: “ya sé lo que tengo que hacer, ¿qué me van a decir que no sepa ya?”

5. Miedo a ser dependiente o a ser débil "¿Y si me vuelvo dependiente de mi terapeuta?"

6. “¿Y si encuentro algo realmente malo de mi?¿Y si descubro que tengo algo grave o me diagnostican un trastorno mental?”

7. Sentir que hay demasiado acumulado para contar, miedo a que no me entiendan: “Me siento incapaz o no sabré expresarme bien”,”¿por dónde empiezo?:

8. Miedo a mirar todo aquello que he estado evitando: “Voy a tener que hacer cambios en mi vida que no estoy preparada para afrontar”

9. Sentir que no tengo “suficientes motivos” como para pedir ayuda:

10. “Voy a hablar de temas dolorosos y luego voy a tener que estar sola con ello cuando acabe la consulta”:

11. "¿Y si no conecto con mi terapeuta?":

12. "¿Y si acaba enterándose todo mi entorno de que estoy mal?”


Estos son los obstáculos más habituales, quizás a ti se te ocurre alguno más (en cuyo caso te animo a escribir en comentarios para poder complementar el artículo y ayudar a más personas).


Como además de los miedos más comunes en terapia hay muchos mitos acerca de lo que se hace en un espacio de acompañamiento psicológico, próximamente os dejaré un artículo desmontando algunos de ellos para que puedas orientarte un poco más acerca de lo que hacemos de puertas para adentro.


Un abrazo,




99 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page