top of page
Buscar
  • Belen

CUANDO EL PÁNICO SE APODERA DE TI

Como os decía en el anterior artículo sobre la ansiedad, siempre viene a contarnos algo, lo que ocurre es que a veces necesita gritarnos muy fuerte, y aquí nos encontramos con los ataques de pánico y/o formas muy intensas de ansiedad que se mantienen por un tiempo más prolongado.


Espero que este artículo pueda serte útil. Te voy a pedir que, si tienes un problema de este tipo, te tomes el tiempo que necesites para leerlo.


¿Qué hacer cuando sientes pánico?


Cuando la ansiedad aparece de esta forma tan abrupta, “incontrolable” y desmesurada, es completamente natural que quieras huir de ella, a los sinfines del mundo si hace falta. También es normal que supere con creces tu capacidad para tolerar la incomodidad (obvio, ha dejado de ser incómodo para ser totalmente atemorizante). Y, he aquí la historia del bucle, que da mucho miedo y ese miedo a la vez alimenta al pánico. Por eso, lo primero que busco que entiendas es que no te va a matar, ni te está persiguiendo un león (aunque lo parezca).


Normalmente, y por responsabilidad, lo primero que te diría en una consulta privada sería que debemos descartar lo orgánico, no porque tenga que pasarte nada malo, sino porque hay ciertos desajustes médicos que pueden producir una ansiedad elevada y ataques de pánico frecuentes. Después de que tu médico te diga que todo anda bien y que descartamos lo orgánico podemos empezar a trabajar.


Si ya has tenido ansiedad o pánico en algún lugar, situación o tiempo concreto, es natural que te haya hecho evitarlo y te aseguro que no es necesario que empecemos por ahí, el cuerpo necesita sentirse seguro para que podamos ir trabajando, por eso, normalmente (individualizando siempre) podemos comenzar por estímulos agradables que te harán sentir algo mejor ¡incluso bien! Sí, esto es posible gracias a la ayuda de la psicoterapia, porque la claridad mental con una emoción tan “a tope” hace que nos desconectemos de la parte más racional. Tener a alguien externo que sepa guiarte mientras lo necesites, mejor que mejor.


Utilizar los términos “combatir la ansiedad”, como si fuera una guerra, puede ser contraproducente por eso prefiero convertirlo en un “acompañar la ansiedad”.

Me gustaría compartir contigo un tip que utilizo mucho en consulta para acompañarla: Imaginemos que nos agobiamos en un sitio, nos da miedo que aparezca la ansiedad o directamente empezamos a manifestarla. Aunque puede ser que haya poca claridad mental, me gusta tener entrenada una pregunta ¿qué necesitas ahí donde estás? Te voy a poner un ejemplo para que lo entiendas mejor:

  • ¿Qué necesito aquí donde estoy? A mi pareja (no está) y mi casa (estás en la calle)

  • ¿Qué podría ser aquí y ahora mi pareja y mi casa? Mira el ambiente en el que estás, (imaginemos la calle). Pues aquí y ahora podrían ser el escalón de entrada a esa casa y llamar por teléfono a mi pareja.


Okey, ya lo tienes. No es mágico, pero nos puede servir para garantizarnos cierta sensación de seguridad.


¿Es necesaria la medicación?


Pasemos a una pregunta muy complicada muchas veces y que, en algunos casos, es considerada como una derrota (y adelanto que no lo es): ¿medicación sí o medicación no?


La palabra más detestada por el mundo y la más usada en psicología (y en la vida) es la respuesta: depende. Depende de la situación en la que estés, el contexto, la frecuencia y la intensidad, depende de lo paralizante que esté siendo y de si está desajustando tu vida demasiado. Ojo, que esto último es para analizarlo bien porque a veces nos encontramos con vidas que no son para seres humanos sino para superheroínas.

Te orientamos un poco sobre cuándo es necesaria la medicación

En España tenemos un grandísimo problema con la medicación, que se pauta en muchos casos de forma éticamente dudosa, no nos pueden estar dando benzodiacepinas a la mínima de cambio sin más solución que una pastilla porque eso no cambia lo que te está pasando de fondo y porque, como sabes, puede generar dependencia a largo plazo. Sin embargo, estudiando bien el caso, podríamos averiguar si puede sernos de mucha ayuda, ya que en algunos casos es inhumano hacer pasar a una persona por una ansiedad tan intensa y alargada en el tiempo sin pensar en bajarla de una forma “externa” y, luego, poder ayudarla.


Bajo mi punto de vista, una medicación bien pautada, con buen seguimiento y con un trabajo psicológico por delante, puede ser un valiosísimo recurso. Pero eso sí, nunca como tratamiento único. Y no, aquí jamás sería una derrota. Sería una victoria sobre el objetivo de mejorar tu salud mental y recuperar tu vida, que siempre debe ser lo más importante para los profesionales de la salud.


Si estás leyendo esto es porque te ha ocurrido, te ocurre o le ocurre a alguien a quien conoces, por eso te voy a pedir algo casi imposible para quien sufre un periodo de ansiedad tan doloroso, confía. Y si no puedes confiar ahora mismo, arrímate a aquellos en los que confían y saben acompañar en este duro pero importante proceso. El Equipo de Psicología Imperfecta cuenta con psicólogas y terapeutas que te pueden ayudar mucho a transitar esto, no estás sola.


Te quiero recordar que en el primer artículo sobre ansiedad te dejé recursos prácticos. Úsalos, son un regalo que quise dejarte.


Ojalá este artículo te haga tratarte con mucho cariño, cuando lo necesites.


Te mando un abrazo muy fuerte,



73 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page